13.3.12

Experta en nada, y sabedora de todo

¡Hasta ella echa en falta seriedad!
En los últimos años, he acudido a un buen número de entrevistas de trabajo. A nadie le sorprenderá, dada la coyuntura general... Y todavía menos sorprenderá a los colegas periodistas, sabedores como yo de lo especialmente que está siendo nuestro sector golpeado por esta cosa que llaman crisis. Porque para mí no es una crisis, es una estafa internacional. Pero sobre eso, mejor abro otro post...

Pues al hilo de las entrevistas de trabajo, quiero responder aquí a una pregunta reiterada y que, para mí, ya es cansina... Allá donde me entrevistan, me preguntan: ¿es usted una experta en lo nuestro? 
Tomen nota: he hecho entrevistas en medios de información general, revistas o medios especializados en moda, belleza, salud, economía, animales, arquitectura, ciencia, literatura, educación, arte, labores, tecnología o deporte..., y en gabinetes de prensa de empresas del motor, la alimentación, la farmacia... A ver: si fuera experta en todo eso a la vez, a parte de ser una persona muy peculiar, ya tendría al menos dos premios Nobel.

Un periodista no suele ser experto en nada, pero sabe de todo.
Y no porque sea un cráneo privilegiado (cita en homenaje a Valle Inclán, para demostrar que sí sé algo de literatura), sino porque el periodista se informa, se documenta, pregunta, entrevista a verdaderos expertos en la materia, observa, compara, contrasta documentos, datos, fuentes... Y tras todo eso, sí señores, se convierte en un gran sabedor y conocedor de cualquier cosa. Y luego lo transmite: lo escribe, lo radia, lo presenta o lo cuelga en las redes sociales. Este es el verdadero trabajo del periodista. El periodista no crea la noticia, la transmite. No inventa nada: cuenta cómo lo han inventado otros. Es un testigo, un curioso, alguien que pregunta, y acerca las respuestas que obtiene a sus lectores, seguidores, oyentes, telespectadores, etc...

Pero claro, he hablado de contrastar. Bonito verbo.
He hablado de comparar datos y fuentes. Interesante actividad. De observar... en primera persona. Ay, ay... que eso va a requerir tiempo. Que va a haber que pagar por realizar un trabajo serio, honesto, interesante, duro a veces... Que vamos a tener que respetar al periodista, y eso va a costarnos dinero. Es mucho mejor, piensan muchos empresarios, fichar a un súper experto que no tenga que informarse de nada, contrastar nada, comparar nada, observar nada, averiguar nada, estudiar nada... Así escribirá en 5 minutos, y me sale más barato. Ah, no! Que el súper experto en física cuántica seguramente no sabrá escribir... Ni presentar un telediario, ni hacer un boletín de radio ni crear red en Internet... Pues entonces, ¿qué hacemos?

Si lo que quieren es pagar mal, poco y tarde, no busquen expertos ni periodistas. Contraten becarios que pirateen de Internet lo que otros expertos y periodistas han elaborado previamente. No será ético ni serio. Pero será barato, que es lo que importa, ¿no?

Si buscan a un periodista, antes de entrevistarle para un puesto de trabajo, aprendan cuál es nuestra profesión. Puede que si me dan la oportunidad de trabajar 10 años seguidos en un mismo medio, escribiendo sobre un mismo tema, acabe siendo, además de periodista, una gran experta. O puede que a veces escriba sobre lo que soy experta, por pura coincidencia. Pero no sufran. Yo jamás escribiré sobre algo que no sé, que no he preguntado, contrastado y controlado personalmente. Porque yo soy periodista y respeto mi trabajo. Deme un tema. Cualquiera. Podré hablar de ello con conocimiento y seriedad. Basta que me dejen hacer mi trabajo. Y me paguen dignamente por ello.

Buenas noches, y buena suerte.

2 comentarios:

  1. Interesante reflexión la que has plasmado! Ayer puse una opinión pero hoy veo que no aparece así que ha reconstruirla.

    No se puede exigir sin dar a cambio lo que de manera coherente corresponde. Eso además desmoralizar denigra la profesión del periodismo y otras tantas profesiones que están siendo en este momento abusadas.

    Si quieren calidad que empiecen por valorar al personal. Si quiere calidad, que se pregunten el precio que pagan o que dejan de pagar. Si quieren calidad que analicen cuáles son las prioridades.

    ResponderEliminar
  2. Pues sí. Y es que no puedo evitar hacer un poco de pedagogía sobre el tema, con humor, para al menos reírme mientras escribo y esbozar la sonrisa de algún lector...

    ResponderEliminar